Fue aprobado por mayoría en comisión y está en condiciones de ser votado en la próxima sesión ordinaria. La oposición cuestionó que los pliegos de concesión no sean confeccionados por el Legislativo.
La comisión de Legislación del Concejo Deliberante le dio despacho este lunes al proyecto del Ejecutivo que autoriza la inclusión del servicio de gastronomía y cafetería en diversos espacios culturales de Mar del Plata, por lo que el expediente quedó en condiciones de ser votado en la próxima sesión del cuerpo.
La iniciativa del gobierno local avanzó por mayoría, con el voto positivo del interbloque oficialista (Vamos Juntos, Coalición Cívica y Unión Cívica Radical). Unión por la Patria y el Frente Renovador se abstuvieron y Acción Marplatense se pronunció en contra.
Tal como informó LA CAPITAL, el proyecto encomienda al Ejecutivo el diseño del pliego de bases y condiciones para licitar la concesión del servicio gastronómico en los siguientes espacios administrados por el municipio: la Villa Victoria Ocampo, el Museo Juan Carlos Castagnino, el Museo Archivo Histórico Municipal Villa Mitre, la Casa sobre el Arroyo, el Museo José Hernández y el Centro Cultural Osvaldo Soriano/Biblioteca Marechal.
Se prevé un plazo inicial de cinco años para cada adjudicatario. “No obstante, la duración final podrá extenderse hasta un máximo de diez años, en función del monto de inversión que se exija en cada caso”, aclaró el Emturyc.
Respecto al monto del canon, el ente precisó que el mismo no fue determinado, “dado que su fijación estará directamente vinculada al análisis de las inversiones requeridas”.
Por otro lado, se informó la conformación de una comisión “ad hoc”, integrada por funcionarios del Emturyc y la Secretaría de Obras, para determinar las ubicaciones “más adecuadas” para emplazar los servicios gastronómicos.
Durante el debate, la oposición se mostró de acuerdo con el espíritu de la iniciativa, pero cuestionó que el Legislativo no intervenga en la confección de los pliegos, tarea delegada en el Emturyc. Se trata de una práctica reiterada por parte del Ejecutivo en otros casos, como las licitaciones para el uso y explotación de playas.
“No vemos mal que existan cafés dentro de los museos, pero es un error que esos pliegos no vuelvan al Concejo. Hay cosas que no están claras. Estamos delegando algo que es nuestra responsabilidad”, señaló Mariana Cuesta (UxP).
A su vez, remarcó que los pliegos no pueden ser “a medida” de los oferentes, sino que deben contemplar lo que “necesitan los vecinos”.
“Nos parece equivocada la forma”, coincidió Horacio Taccone (AM). Y continuó: “Nos tendrían que enviar los pliegos como veníamos haciendo hasta hace un tiempo, así podemos aportar nuestra visión, mejorarlos”.
“Algo excepcional se está haciendo habitual: los pliegos de concesiones se elaboran sin la intervención del Concejo. Es mejor la opinión de todos los concejales que solo la del Ejecutivo, porque es una construcción colectiva y favorece los consensos”, analizó, por su parte, Ariel Ciano (FR).
Del lado del oficialismo, Guido García (Coalición Cívica) argumentó que, con esta metodología, se le da “más flexibilidad y oportunidades al privado”. Y que eso ayuda a contar con una oferta “más potente”.
“Al construir los pliegos desde aquí, a veces no tenemos el alcance para poder conocer las posibilidades que tienen estos sectores. Está bien que los elabore el Emturyc y así tener un conocimiento más detallado de las posibilidades, en conjunto con el privado”, planteó.
En la misma línea, Marina Sánchez Herrero (UCR) consideró que el privado, quien lleva adelante la actividad económica, “probablemente tenga mucho más ‘expertise’ técnica para opinar sobre el contenido y las necesidades” de los pliegos. Y observó que eso puede ayudar a tener un mejor servicio gastronómico en los lugares apuntados.